El edificio que contemplamos en la actualidad comenzó a construirse a principios del siglo XVI para ampliar el primitivo templo medieval. Las principales obras se desarrollaron desde 1517 a 1533 y en la fábrica coexisten elementos propios del estilo gótico junto con las novedades del Renacimiento básicamente en la concepción espacial del templo y en la ornamentación. Los arquitectos que participaron en la construcción de la catedral fueron Luis de Santa Cruz, Juan de Sariñena y Juan de Segura.
En el interior, si nos colocamos a los pies del templo mirando hacia el altar mayor, podremos ver que la catedral tiene una planta muy amplia, llamada de salón, dividida en tres naves de igual altura separadas mediante tres pares de columnas fasciculadas cuyos capiteles están decorados con ángeles, guirnaldas, máscaras, hojas, etc. Las naves están cubiertas por unas magníficas bóvedas de crucería estrellada cuyos nervios parten de los capiteles como si fueran las hojas de una palmera. Las claves que unen las nervaduras están decoradas con florones de madera policromada y en algunas de ellas aparece el escudo de Barbastro. En los muros laterales del templo se abrieron durante los siglos XVI y XVIII ocho capillas (del Pilar, de la Asunción, de San Francisco Javier, del Santo Cristo de los Milagros, de San Carlos, de San José, de Nuestra Señora del Rosario, de los Reyes Magos) con decoraciones renacentistas y barrocas.
La catedral tiene una triple cabecera y presidiendo el ábside central, de mayor tamaño que los laterales, se encuentra el fantástico retablo mayor. El basamento, realizado en alabastro, fue iniciado por el escultor renacentista Damián Forment en 1538, uno de los mejores artistas de la época, siendo comprado por el Concejo en 1558. El mismo día de la compra del Concejo de Barbastro del banco de alabastro del retablo hacía un contrato con un discípulo de Forment, Juan de Liceire (Liceyre), para que concluyera la obra.
Si te acercas al retablo podrás ver el representado en dos ocasiones el escudo de Barbastro policromado y también observaremos la delicadeza y calidad de las estatuas en relieve y los motivos decorativos típicos del renacimiento dispuestos “a candelieri” como guirnaldas, cornucopias, monstruos fantásticos, grutescos, cabezas de ángeles aladas, etc. Los cuerpos superiores fueron labrados en madera policromada entre 1600 y 1602.
A la izquierda del altar mayor se encuentra la capilla de San Ramón con el retablo renacentista de la segunda mitad del siglo XVI dedicado al patrono de Barbastro desde 1595, San Ramón Obispo. Y a la derecha está la capilla y retablo barroco de San Pedro, obra del escultor barbastrense Antonio Malo (1745).
- EXTERIOR DE LA CATEDRAL. Jardín Arqueológico.
Las primeras excavaciones en el entorno de la catedral de Barbastro tuvieron lugar en los años 1989 y 1991 y estuvieron dirigidas por la arqueóloga Mª Nieves Juste Arruga.
En la actualidad son visibles, en el lateral norte de la catedral, muros que pertenecieron al recinto medieval anterior a la construcción actual y que pudieron formar parte del primer claustro que tuvo la iglesia y que fue derruido en el siglo XVI.
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