Santiago Ramón y Cajal

Durante su infancia, Santiago Ramón y Cajal pronto destacó por su intelecto y su facilidad para aprender. Era un niño curioso e inquieto al que fascinaban los fenómenos de la naturaleza, lugar en el que pasaba su tiempo libre pues disfrutaba en gran medida de la observación de los animales, las plantas… Entre los rasgos de su personalidad resalta la incomodidad que le suponía el trato social y las relaciones cordiales con los adultos, ya que pronto se acostumbró a recibir castigos por parte de los adultos debido a sus travesuras. Él prefería sin duda disfrutar de la vida en el campo y practicar deportes en la naturaleza. Más adelante desarrolló un interés especial por los animales, en concreto los pájaros que incluso criaba y para los que fabricaba jaulas de mimbre o cañas. Todo ello desde un interés científico y piadoso hacia los animales, ya que nunca los utilizó como simples juguetes ni con intención de criarlos para cocinarlos, sino que le gustaba admirar su evolución y comportamiento.

En cada uno de los pueblos de esta ruta hemos escondido un tesoro. Para localizarlo te facilitamos unas coordenadas y una serie de pistas. Te recomendamos que te descargues la aplicación gratuita Geocaching.com. Allí tienes todos nuestros tesoros geo localizados y las pistas.

  • Hallábame jugando en una era del ejido del pueblo, cuando tuve la endiablada ocurrencia de apalear a un caballo; el solípedo, algo loco y resabiado, sacudióme formidable coz, que recibí en la frente; caí sin sentido, bañado en sangre, y quedé tan malparado, que me dieron por muerto. La herida fue gravísima; pude, sin embargo, sanar, haciendo pasar a mis padres días de dolorosa inquietud. Fue ésta mi primera travesura; luego veremos que no debía ser la última.”

    Recuerdos de mi vida, primera parte, capítulo I.

Valpalmas

Santiago Ramón y Cajal nació en 1852 en Petilla de Aragón. La familia Ramón y Cajal se trasladó a Valpalmas en el año 1956. En sus memorias, Santiago Ramón y Cajal nos cuenta cómo su inquietud por la naturaleza y la ciencia comenzó a ser latente durante los cuatro años que vivió en esta localidad.

“La admiración de la Naturaleza constituía también, según llevo dicho, una de las tendencias irrefrenables de mi espíritu. […] Todas las horas de asueto que mis estudios me dejaban pasábalas correteando por los alrededores del pueblo, explorando barrancos, ramblas, fuentes, peñascos y colinas, con gran angustia de mi madre, que temía siempre, durante mis largas ausencias, algún accidente. Como derivación de estos gustos, sobrevino luego en mí la pasión por los animales, singularmente por los pájaros, de que hacía gran colección.”

Recuerdos de mi vida, Primera parte, capítulo III.

El Centro Cultural Ramón y Cajal de Valpalmas recorre, por un lado, la historia de Valpalmas y, por otro lado, trata la vida y logros científicos de Santiago Ramón y Cajal apoyándose en muchos de sus escritos y aprovechando los fragmentos de sus memorias en los que habla de su relación con Valpalmas.

Si además de visitar el Centro Cultural Ramón y Cajal, os apetece disfrutar del entorno natural de Valpalmas, hay dos puntos que os pueden interesar: La clase de francés de Santiago Ramón y Cajal y los Aguarales de Valpalmas, donde está el tesoro de esta etapa.

El primero está relacionado con la educación de Santiago Ramón y Cajal. Comenzó sus estudios a los cuatro años, cuando la familia vivía en esta localidad, y su padre, con una gran vocación por la enseñanza, fue su primer maestro. Padre e hijo seleccionaron un curioso lugar para dar sus clases, nos los cuenta Santiago en sus memorias:

“Recuerdo bien el tesón que puso, no obstante mi corta edad, en enseñarme el francés. Por cierto que el estudio de este idioma tuvo lugar en cierta renegrida cueva de pastores, no lejana del pueblo (Valpalmas), donde solíamos aislarnos para concentrarnos en la labor y evitar visitas e interrupciones.”

Recuerdos de mi vida, Primera parte, capítulo III

¿Podéis encontrar esta cueva de la que nos habla? Seguro que alguien de por aquí os puede ayudar, ¡toda la gente de la zona conoce la famosa cueva donde Ramón y Cajal estudiaba con su padre!

El segundo es un lugar mágico, o al menos uno de sus nombres, os doy la siguiente pista: es una formación geológica a la que se le da el nombre de “chimeneas de las hadas”. Teniendo en cuenta cuánto disfrutaba Santiago de la naturaleza, seguro que visitó este sitio en multitud de ocasiones, ¡es precioso! ¡Vamos! Tenéis que encontrarlo, preguntad por el camino que lleva a las “chimeneas de las hadas”.

Coordenadas

Encontrarás el tesoro en la siguiente localización: 42º 09.119 N 000º49.106W
Pista: Los paneles de información siempre son interesantes.
Autor: Prepirineo Clandestino

Ayerbe

Después de vivir en Valpalmas, la familia Ramón y Cajal se mudó a Ayerbe en 1860. Los niños que jugaban en la plaza de Ayerbe no recibieron a Santiago de buena gana en un primer momento, riéndose de él, insultándole, sólo por ser forano:

“Contribuyó también algo a la citada antipatía la extrañeza causada por mi lenguaje. Por entonces se hablaba en Ayerbe un dialecto extraño, desconcertante revoltijo de palabras y giros franceses, castellanos, catalanes y aragoneses antiguos. Allí se decía: forato por agujero, no pas por no, tiengo y en tiengo por tengo o tengo de eso, aivan por adelante, muller por mujer, fierro y ferrero por hierro y herrero, chiqué y mocete por chico y mocito, abríos por caballerías, dámene por dame de eso, en ta allá por hacia allá, m’en voy por me voy de aquí, y otras muchas voces y locuciones de este jaez, borradas hoy de mi memoria.”

Recuerdos de mi vida, Primera parte, capítulo V.

Si eres de Aragón, seguro que te son familiares algunas de esas expresiones, ¿conoces alguna más? Muchas son derivadas de la fabla aragonesa, que actualmente se habla en mayor medida en los valles de la Jacetania de Ansó y Hecho, en el valle de Gistaín, en el valle de Tena y en la Ribagorza occidental.

En sus memoria, Santiago hace referencia a muchos lugares de la localidad: Los Ánguiles (Losanglis), Fontellas,San Miguel, la Fontaneta, plaza Baja, plaza Alta, Sarda, río Seco, eras… , así como arquitecturas castillo de San Miguel, palacio de los Urriés, iglesia parroquial, escuela pública, cárcel (antiguo ayuntamiento), hospital viejo, cementerio… Si das una vuelta por Ayerbe y sus alrededores, seguro que localizas más de uno de estos lugares. En las plazas, tanto la Alta como la Baja, Santiago narra multitud de vivencias, como una intentona revolucionaria en 1867, el zapatero Fenollo para el que trabajó ya de adolescente y la conocida Feria de Ayerbe.

¿Sabías que Santiago Ramón y Cajal fue muy travieso durante su infancia? Junto con los otros niños del pueblo hacía mil y una trastadas, ¡incluso fabricaba hondas con las que lanzar piedras! Todo ello le supuso numerosos castigos y reprimendas de maestros, vecinos y sus propios padres.

En 1861 Santiago Ramón y Cajal marchó para realizar sus estudios primarios en los escolapios de Jaca, donde sus desobediencias le llevaron a estar castigado con ayuno cada día. Al volver a Ayerbe durante las vacaciones de verano, sus bribonadas con los chicos del pueblo comenzaron de nuevo. Fabricó un cañón que disparó atinando en la puerta del huerto de un vecino, quien lo denunció y Santiago con once años fue encarcelado.

Pero no todo eran trastadas, al igual que fabricaba hondas para sus amigos, fabricaba también instrumentos musicales para la gente del pueblo. Además, fue durante este periodo en Ayerbe cuando descubrió su afán por la pintura, creando el mismo sus colores rascando paredes y disolviendo las tintas del papel pintado.

Después de Jaca, estudió Bachillerato en Huesca y medicina en Zaragoza. Por sus aportaciones a la neurociencia, fue nombrado Premio Nobel en 1906.

Actualmente la casa donde vivió con su familia en Ayerbe es el Centro de Interpretación Ramón y Cajal, dedicado a la vida y obra de esta eminencia, y oficina de turismo.

Lunes – Jueves: 10:00 a 14:00 y 16:00 a 18:00

Viernes – Domingo: 10:00 a 14:00 y 16:00 a 19:00

Tfno. 974380554

COORDENADA

Encontrarás el tesoro en esta localización: N 42° 16.460′ W 000° 41.316′
Pista: A Ramón y Cajal le habría gustado tener en su casa un jardín como este.
Autor: Prepirineo Clandestino